martes, 3 de junio de 2008

El nombre de la Rosa

“El señor me cede la gracia de dar fiel testimonio de los acontecimientos que se produjeron en la abadía cuyo nombre incluso conviene ahora cubrir con un piadoso manto de silencio, hacia finales del año 1327, cuando el emperador Ludovico entró en Italia para restaurar la dignidad del Sacro Imperio Romano, según los designios del Altísimo y para confusión del infame usurpador simoníaco y heresiarca que en Aviñón deshonró el santo nombre del apóstol (Juan XXll)”.

La obra maestra de Humberto Eco se desarrolla durante la Santa Inquisición, en plena Edad Media, al norte de Italia, como escenario se toma un monasterio, constituido por: Hospital, Baños, Edificios, Claustro, Dormitorios, Sala capitular, Chiqueros, Establos, Herrería, Biblioteca. Es en verdad impresiónate, la forma en que se describe, rodeado por una gran muralla y un edificio con cuatro torres octagonales cada una y otra en el centro, Abadía del norte es el escenario de esta maravillosa trama donde el monje Guillermo de nuestra historia llega para investigar los misteriosos asesinatos del monasterio, quien es recibido con júbilo por el sillerero Remigio de Varagine, del que recibe muestra cordialidad y en donde Guillermo sorprende a los monjes indicándoles por donde se había ido su caballo, dando grandes muestras de su agilidad mental, al pasar de regreso los sirvientes y monjes estaban contentos y a la vez sorprendidos por la forma en que Guillermo logro descifrar el lugar por donde había huido el caballo.

Los franciscanos estaban temerosos por sus vidas, creían que en esos misteriosos momentos solo la Santa Inquisición podía intervenir, pero nuestro monje y su ayudante Adso buscan e investigan para hallar respuesta a las muertes misteriosas que a los monjes del monasterio tenia temerosos.

Todos lo relacionan con lo diabólico, al parecer el punto clave o la afirmación de que no son suicidios sino asesinatos es con la muerte del joven monje traductor de griego, es ahí donde los franciscanos que ocultan diversos detalles les preocupa que Guillermo investigue demasiado por lo que tratan de asustarlo con un aparente accidente, provocado por un monje, quien más que nadie teme que se sepa su pasado, un pasado Franciscano, donde asesinó a monjes ricos queriéndolos despojar de sus riquezas. Posteriormente, mientras Guillermo y Adson irrumpen en la biblioteca de noche, para saber el porque realmente no se tenía acceso a una de las más grandes bibliotecas del mundo, ya que los libros se encuentran escondidos en un gran laberinto, restringidos a la oscuridad, al anonimato, le roban sus anteojos a Guillermo, junto con el libro que contenía información importante que era el 2º libro escrito por Aristóteles, el monje Berengar que escondió el libro, al parecer algo de mucho interés, de mucho valor para ellos, pues lo escondían en la biblioteca, por lo que nadie podía entrar, al siguiente día el hermano Berengar apareció muerto en los baños del monasterio esto fue un punto interesante ya que confundían las cosas para Guillermo, pero si encontraba el punto clave lo resolvería lo cual logro hacer pero como había confusión no todos le creían. El hermano Guillermo creía que existían libros espirituales peligrosos. Por lo que este libro siendo la causa de la muerte de los tres anteriores era causada por este libro, los hermanos franciscanos descubrieron un pasadizo que los dirigió hacia la biblioteca, pero en el corredor de el pasadizo se encontraban esqueletos y cráneos en gran cantidad que al joven monje Adson asustaban.

En el cuarto día el joven Adso, durante una pequeña persecución a un misterioso poseedor de la verdad del libro, termina siendo él el que se tiene que esconder para no ser encontrado por otro de los monjes, decidiendo esconderse en la cocina, entre unos costales, sin saber que detrás de él se encuentra de igual manera, escondida una pobre, muy pobre campesina, quien a cambio de comida ofrece servicio de tipo sexual a los monjes, pero esa noche era diferente, pues se enamoró de Adson, con quien tiene un encuentro, del cual, él también sale enamorado, esta vez, la campesina no pidió nada a cambio. Esto es algo muy trascendente, con una gran importancia pues afirma quererla pero no deja los hábitos y posteriormente platica que no se arrepiente de sus decisiones.

Dicha biblioteca resultó ser un laberinto de trampas que el bibliotecario sabía de arriba abajo y que no mostraban a nadie para poder proteger sus misterios, pero esto terminaría ahí, ya que llega un representante de la inquisición de nombre Bernardo Gui, quien desafortunadamente es testigo de un accidente, que constó de un incendio, provocado por un monje (horrible, y jorobado) que quiso abusar sexualmente de la misma campesina que se enamoró Adson, campesina que solo entro en el lugar para hurtar comida, desafortunadamente, Bernardo Gui, al entrar al granero en llamas, encontró a la joven robando comida como gatos negros, gallinas muertas, lo que provocó que los monjes y Bernardo la acusaran de bruja y que era la causa de las muertes, al monje que intentó abusar de la campesina la acusaron de haber caído en el gran pecado del deseo carnal, por lo que ambos fueron condenados a morir quemados, por la Santa Inquisición.

Durante la tortura realizada al monje condenado a la hoguera, declaró, haber pertenecido junto con otro de los monjes ahí internados, a los Franciscanos que en algún tiempo mataron a otros monjes, con la intención de despojarlos de sus riquezas, como resultado de estas declaraciones se llama al monje incriminado en esos hechos a declarar. El monje que asesinó estaba de alguna forma desquitándose y robando lo que la misma iglesia le robaba al pueblo, pero al mismo tiempo disfrutaba cometer asesinatos. Por lo que era considerado un hereje, se le obligó a confesar porque había atentado contra la Iglesia, porque se había puesto en su contra, pero con tal de no ser torturado, confiesa que cometió esos pecados poseído por Satanás, al mismo tiempo que simulaba invocarlo, acto seguido, el hermano Guillermo lo defendió diciendo que era inocente y que el condenarlo no resolvería el problema, ni las muertes anteriores, prediciendo que las muertes continuarían hasta que se encontrara la verdad, lo que, tras una muerte que ocurrió después de haber declarado esto, fue motivo para que se inclinaran a pensar que él era el asesino, e iniciaron su búsqueda, pero para entonces ya estaba preocupado por llegar a la biblioteca y descubrir los misterios de la biblioteca mas grande que el haya visto en su vida, pero para encontrar el libro, él cual estaba tras un espejo, necesitaban encontrar la clave que pudiera abrir el mismo, después de descubrir la clave irrumpieron en el cuarto, encontrando dentro de él a Jorge, el monje que dirigía la Abadía, a quien le molestaban la risa...

“Hace frío en el scriptorium, me duele el pulgar. Dejo este texto, no sé para quién, este texto, que ya no se de que habla: stat rosa pristina, nomina nuda tenemus.”
Por Ismael Almaraz, estudiante FES-Aragón-UNAM

No hay comentarios: