Una de las mejores novelas del tiempo de la Revolución Mexicana que puedo no sólo apreciar, sino recomendar ampliamente, es sin duda ¡Mi general! de Gregorio López y Fuentes. Esta novela es publicada por Factoría Ediciones, en México, Distrito Federal y tiene una extensión de 137 páginas.
Imaginen una narración que se desarrolla en el contexto político y social propio del tiempo revolucionario; el olor a tierra del campo, y la relación de poder citadino se fusionan en una sola fórmula para dar paso a la vida de vaivén en manos del personaje de la historia: un general. Hombre que progresa entre costumbres campiranas, aquél que con el paso del tiempo aprenderá a ser un hábil comerciante de novillos. A partir de ahí surge en él la perspicacia para hacerse de relaciones que lo llevarían más tarde a idealizarse como uno de los grandes señores de la región, montado en un lozano caballo, pistola en mano y bolsillos llenos de dinero.
Principia en ese momento una carrera de lucha armada, y tras varias disputas ganadas, arrieros de todas las regiones empezarán a alistarse en las filas de un numeroso ejército del cual él será el máximo dirigente. Sentado finalmente en la silla del poder, se dejará llevar por las redes del dinero, vicios, mujeres, armas y lujos propios de la ciudad.
Ya convencido de su fuerza política y militar, tratará de volver a su origen de campesino honesto, y tras revelarse contra el gobierno en su afán de llegar a ser un día presidente de la República , se enfrentará a los más desbordados instintos de corrupción y malicia.
En fin, una novela de gran valor histórico que resulta interesante leer en virtud del relato puntual que hace de los acontecimientos del tiempo de la Revolución en México.
Por Sara Rodríguez Fernández, estudiante de Comunicación y Periodismo, FES-Aragón
Imaginen una narración que se desarrolla en el contexto político y social propio del tiempo revolucionario; el olor a tierra del campo, y la relación de poder citadino se fusionan en una sola fórmula para dar paso a la vida de vaivén en manos del personaje de la historia: un general. Hombre que progresa entre costumbres campiranas, aquél que con el paso del tiempo aprenderá a ser un hábil comerciante de novillos. A partir de ahí surge en él la perspicacia para hacerse de relaciones que lo llevarían más tarde a idealizarse como uno de los grandes señores de la región, montado en un lozano caballo, pistola en mano y bolsillos llenos de dinero.
Principia en ese momento una carrera de lucha armada, y tras varias disputas ganadas, arrieros de todas las regiones empezarán a alistarse en las filas de un numeroso ejército del cual él será el máximo dirigente. Sentado finalmente en la silla del poder, se dejará llevar por las redes del dinero, vicios, mujeres, armas y lujos propios de la ciudad.
Ya convencido de su fuerza política y militar, tratará de volver a su origen de campesino honesto, y tras revelarse contra el gobierno en su afán de llegar a ser un día presidente de la República , se enfrentará a los más desbordados instintos de corrupción y malicia.
En fin, una novela de gran valor histórico que resulta interesante leer en virtud del relato puntual que hace de los acontecimientos del tiempo de la Revolución en México.
Por Sara Rodríguez Fernández, estudiante de Comunicación y Periodismo, FES-Aragón
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