sábado, 27 de septiembre de 2008

Columbus


Ignacio Solares Nació en Ciudad Juárez, Chihuahua en 1945, estudió Filosofía y Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México. Es un novelista mexicano, editor y autor de varias novelas históricas como: La invasión, Delirum Tremens, Madero, La noche de Ángeles (Premio Diana Novedades, 1989), Casas de encantamiento (Premio Magda Donato, 1988) y El gran elector. Hasta el año 2005 fue coordinador de actividades culturales de literatura y artes en la UNAM. Actualmente es becario de la Fundación Guggenheim y dirige la Revista de La Universidad De México además de editar el suplemento semanal Siempre.


En Columbus, Ignacio Solares, recrea un hecho significativo de la Revolución mexicana; la única invasión de México, hasta la actualidad, al territorio norteamericano por el Gral. Francisco Villa. A través de esta crónica nos transmite los hechos históricos y políticos de los años de la Revolución, haciendo muestra de cómo fueron y aún siguen siendo las relaciones de México con Estados Unidos, pues a pesar de casi un siglo transcurrido desde aquel momento histórico, al hacer la lectura, encuentras que bien podría estar hablando de las relaciones actuales entre México y el país vecino.

Columbus es una novela corta, ligera, un tanto cómica y melancólica a la vez, constituida como una entrevista con idas y vueltas en la historia del narrador, Luis Treviño es un ex seminarista y dueño de un bar, quien desahoga las memorias de su paso por ejercito villista, a un periodista que escucha atentamente. Luis elabora un dialogo cínico y ágil entre el pasado y el presente, inicia y termina mencionando que se unió a Villa “más por joder a los gringos que por otra cosa” pues a lo largo de la historia maneja todos los conflictos internos por los que pasaba, desde la pérdida de su fe, la degeneración en Cd. Juárez, el amor en tiempos de la Revolución, y como Villa y sus ideales son los que terminan por darle sentido a su existencia.

Luis que ha convivido con los gringos toda su vida, por vivir en zona fronteriza, y aunque los comprende y hasta se compadece de ellos también siente aversión y les guarda cierto resentimiento, más aún después de la serie de eventos que ocurren entre 1913 y 1915, desde las intervenciones norteamericanas a nuestro país, hasta las vejaciones en contra de los mexicanos en la frontera.

Después de dejar el seminario y trabajar, para sobrevivir, en un hotel y en un burdel atendiendo gringos en Cd. Juárez, decide irse junto con Obdulia, su mujer, a buscar a Villa para matar gringos; y después de una larga aventura se une a los villistas, donde conoce a personajes como Pablo López, que muere fusilado por los carrancistas, y al propio Villa. Hasta llegar a Columbus para llevar a cabo su primordial objetivo “matar unos cuantos gringos”.

Durante la narración del ataque a Columbus más que el hecho histórico, el autor logra llevarnos a través de diferentes emociones, desde risa ocasionada por el sarcasmo con el que cuenta toda la desorganización, equivocaciones y resultados fallidos por parte de los mexicanos, la euforia del ataque sorpresivo, la duda de darle muerte a un gringo, con el consuelo de que la muerte no existe y el alma trasciende; y al mismo tiempo el miedo de ser capturado.

Para finalizar esta novela nos confronta con un Luis Treviño ya anciano que narra la contradicción de ser el dueño de un bar en el Paso, Texas, el terminar viviendo en Estados Unidos; recordando e incluso reinventado sus memorias que escucha atentamente un silencioso periodista, quien a lo largo de toda la narración sólo ha sido fruto de su imaginación, de su propio interés periodístico impedido por la falta de habilidad para escribir sus memorias en la juventud y de la embriaguez.
Por: Yolotl Sánchez Vargas, FES-Aragón-UNAM

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