Desde el 22 de febrero de este año, el Museo de Arte Moderno (MAM) se engalana con la obra del neólogo Felipe Ehrenberg, esta exhibición cuenta con la versatilidad de poseer dentro de sus componentes una diversidad de elementos artísticos, tales como collages y pintura mural, piezas ortodoxas de arte gráfico, pintura, escultura y proyección de videos.
Esta es la primera retrospectiva del trabajo de este artista; obras donde se muestra que el arte no debe de estar sujeto a una estética dictaminada por la historia, piezas artísticas donde se clama ferozmente por un arte que no ha muerto. Un arte de compromiso que desgarra a través de la cotidianidad los diversos sucesos reales, hechos que se envuelven en una estela para inundar lúdicamente la visión del espectador, una mirada que al ir recorriendo la sala va entrando en complicidad con las obras ahí expuestas.
Felipe Ehrenberg, a punto de cumplir los 51 años de labor artística, sorprende con esta exposición, una muestra visual donde se ve que el llamado kitsch puede tener cabida dentro de cualquier recinto cultural. Esta gala que reúne más de 200 obras creadas de 1960 a 1993, y que actualmente acompaña obras surrealistas de Remedios Varo y pieza abstractas de Piet Mondrian dejará las instalaciones del MAM el 1 de junio de 2008.
Por David Romero Tapia, estudiante de Comunicación y Periodismo, FES-Aragón
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