miércoles, 9 de abril de 2008

La Malinche

La novela presenta la relación entre La Malinche -Malina en el libro - y el explorador Hernán Cortés, quien la utiliza para derrumbar al emperador Moctezuma y después la hace a un lado. La Malinche por fin encuentra el amor verdadero con Cortés. Fue su traductora. Ella le fue regalada al conquistador, junto con otras diecinueve esclavas, por un Señor del Mayapan, cuando en 1519, se rindieron a él y aceptaron ser vasallos del Rey de España.

Malinalli al ser esclava en un Señorío Maya aprendió el idioma Maya. Viajó, junto con las otras esclavas, en la expedición de Cortés por el Golfo de México. La expedición llego a las playas de Chalchiuecan el Viernes Santo de 1519, en aquel año 22 de abril. En tierra continental fundaron la Villa Rica de la Vera Cruz, ahora Veracruz. Allí Malinalli, junto con sus compañeras esclavas, fue bautizada como Marina. La tierra que pisaron los conquistadores era Totonaca, gobernada por el llamado Cacique Gordo de Cempoala, primera ciudad de Mesoamérica que conocieron los españoles. Hasta allí, el emperador mexica Moctezuma envió embajadores a conocer a los recién llegados. Malinalli sabía náhuatl, el idioma de los mexicas, de lo que se dio cuenta Cortés y auxiliado por Jerónimo de Aguilar, se estableció la comunicación. Cortés hablaba en español a Jerónimo de Aguilar, éste en maya a Malinalli y ella en náhuatl a los embajadores de Moctezuma.

Así Malinalli se convirtió en la traductora de Cortés. Ella después de bautizada, por decisión de Cortés estuvo al servicio de Alonso Hernández Portocarrero. Aprendió español. Era la que hablaba en los diálogos de Cortés con los nativos del continente. De Cempoala, que estaba sometida y rendía tributos a los mexicas, partieron los conquistadores hacia el interior del continente. Llegaron a Tlaxcala, vencieron a los tlaxcaltecas, apoyados por los de Cempoala que ya eran sus aliados, y los convencieron de unirse a ellos para ir a Tenochtitlán, la gran capital del Imperio Mexica.

En Cholula fue la primera matanza de mexicas. Encerrados en sus templos fueron sacrificados por los españoles, apoyados por los tlaxcaltecas, sus acérrimos enemigos y los cempoaltecas, quiénes vieron en los españoles unos aliados para liberarse del dominio mexica. El viaje y la matanza fueron vivídas por Malinalli. Ella llegó como esclava a las tierras del Mayapan llevada por un comerciante de esclavos que la compró en el mercado de Tlatelolco, en tierras de Tenochtitlán. Fue vendida, de niña como esclava a los comerciantes de esclavos de Tlatelolco por su propia madre.

Después de la matanza de Cholula, Cortés a la cabeza de un ejército de unos cientos de españoles y miles de cempoaltecas y tlaxcaltecas se dirigió a Tenochtitlán. A su llegada fue recibido por el emperador Moctezuma. Malinalli fue testigo del encuentro, ella escuchó lo que dijo Moctezuma, entregando su gran imperio, al ambicioso conquistador Cortés. Malinalli, al igual que los demás nobles que acompañaron a Moctezuma, supo lo que decía el emperador de los mexicas y lo tradujo para que lo entendieran Cortés y los demás españoles. Supo la respuesta de éste y la dijo a Moctezuma. Malinalli, una mujer, en el centro de lo que se dijo, de la historia del encuentro de dos mundos, de dos culturas, que fueron la base, el cimiento, de la cultura e historia del México actual.

Malinalli vio llorar a Cortés esa Noche Triste, lo vio derrotado. Vio a Cortés prepararse en Tlaxcala para una nueva incursión en Tenochtitlán. Vio la caída del mayor imperio que existió en estas tierras. Vio la destrucción de Tenochtitlán. Fue mujer de Cortés y tuvo un hijo de él: Martín. Acompañó a Cortés en su fallida expedición a Las Higueras (ahora Honduras). En el trayecto Cortés decidió casarla con su fiel soldado Juan Jaramillo.

Regresaron a Veracruz y de allí al Valle de México.Vivió con Jaramillo, tuvo una hija con él: María. Con él, con su hijo Martín y su hija María vivió en Coyoacan. Murió allí. En México es utilizado el término malinchista, para referirse a alguien que prefiere lo extranjero sobre lo mexicano pero Esquivel nos muestra a La Malinche desde otra perspectiva: Malinalli no tenía nada que la obligara a alguna lealtad a los mexicas, su propia familia la vendió como esclava. Su labor de traductora, la hizo como esclava de Cortés, a quien fue regalada por una Señor del Mayapan donde era esclava. Nadie quién fue esclavo tiene que tener lealtad a quien o quienes lo hicieron esclavo.
Por Maricela Corona, estudiante de Comunicación y Periodismo, FES-Aragón

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