martes, 8 de abril de 2008

La Muerte de Artemio Cruz

Por: Carlos Fuentes

La obra comienza cuando Artemio regresó ayer, 9 de Abril de 1959, de un viaje de negocios al pueblo de Hermosillo. Hoy él sufre un ataque gástrico y se encuentra esperando la muerte en su gran mansión, situada en la ciudad de México. En ese momento por su cabeza pasan dos pensamientos, el de su vida corrupta, y el de su cuerpo que se descompone. En su lecho de muerte rechaza al insistente cura que le quiere dar la extremaunción, incluso sabiendo que hace tiempo se ha separado de la iglesia. Los médicos lo someten dice a muchas torturas, lo avejentan con sus exámenes, y con el instrumental que ocupan le extirpan su dignidad.

Artemio siente la presencia de su esposa, a la que no lo une nada, y la de su hija que lo desprecia, pero igual las dos mujeres simulan una preocupación por él, la única causa de esta preocupación es que Artemio no les ha querido declarar donde se encuentra su testamento. Padilla, su secretario, pone una cinta en la grabadora en la que se oye una relación de sus negocios y de algunas propuestas. Mientras toda esta gente se mueve alrededor de su cama, su cerebro se traslada, en ida y venida, entre el presente y el pasado. Artemio en ese momento recuerda los sucesos que lo han llevado hasta donde está en ese momento.

El empieza a recordar y se ve a sí mismo en el año 1919 como un joven veterano de la revolución que llegó a la casa de los Bernal en Perales, y les trajo noticias al padre y a la hermana los detalles de la muerte de Gonzalo Bernal ante un pelotón de fusilamiento villista. Su propósito era ganarse la confianza del viejo padre de Gonzalo y casarse con la hija, para así apoderarse de las propiedades de los Bernal. Catalina la hija de don Gamaliel, sin embargo, jamás llega a comprender que Artemio se ha enamorado de ella. El padre Pérez, cura de la familia, le insiste en que el matrimonio le trajo la seguridad a su padre, pero al costo de su alma. Catalina se odia por la pasión que por las noches Artemio le despierta. Terminan por aborrecerse el uno al otro, y ella lo culpa a él de la muerte del hijo Lorenzo, quien una vez fuera de su control se alista para luchar en la guerra civil Española.

Antes de Catalina hubo otra mujer, Regina, una soldadera de quién estuvo enamorado pero fue tomada como rehén por Las tropas de Villa y luego la colgaron. Después de la muerte de ella hubo otras mujeres: Lilia, una querida joven a la que llevó de vacaciones a Acapulco y que ella lo engaño allí mismo con otro; y Laura, que mas tarde se casaría con otro. Pero sus aventuras no se limitaban a las mujeres. Recuerda también como la ruina a los hacendados de Perales sus vecinos y como se apoderó de sus tierras. Recuerda como lo eligieron por primera vez diputado para lo que se valió de todo tipo de métodos: soborno, chantaje, grandes fiestas donde los invitados se reían de él a sus espaldas. Recuerda sus grandes negocios y como arruinó a sus rivales. Paralelo a estos recuerdos Artemio se prepara para enfrentar la soledad y la desolación que siente cuando llega el tiempo de morir. Poco antes de su hora final, Artemio revela dos episodios que explican por que fue lo que fue.

Uno de ellos cuenta como fue capturado por las tropas Villistas y sentenciado a muerte. Entonces decidió darle información al enemigo, aunque más tarde mató al oficial que le había prometido la traición, se sintió culpable por el hecho, sus actos los justifica Gustavo Bernal el idealista desilusionado, sin embargo enfrenta la muerte valientemente. Bernal declara que una vez que la revolución ha sido corrompida por aquellos que actúan solo para vivir bien, aunque se pelee y se ganen batallas, ya perdió su condición de revolución que ha sido derrotada por los ambiciosos y los mediocres.

En el ultimo capítulo vemos como empezó todo: Artemio Cruz nació en un petate. Durante sus primeros años su único amigo es Lunero, un mulato que sirve a la abuela y al tío de Artemio que era un borracho después de accidentalmente mata de un tiro a su tío, Artemio huye a Veracruz. Allí un maestro se encarga de él y lo prepara para desempeñar el papel que llevó a cabo en la revolución antes de perder sus ideales y de elegir la traición que lo llevó a usar el poder corrompiéndose a sí mismo.
Por Carlos Morales, estudiante de Comunicación y Periodismo, FES-Aragón

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