sábado, 5 de abril de 2008

Interpretaciones de la Revolución Mexicana

Es un libro que nos lleva por el camino de la historia de nuestro país tejiendo un sin fin de historias paralelas y complementarias una con la otra, para así dar al lector una visión amplia pero sobre todo clara de lo que en esa época se vivía en la nación.

Adolfo Gilly nos muestra un manejo atento y minucioso del objeto de estudio y una pasión por el tema y sus personajes, que si bien no se desborda ni da espacio a las exageraciones y detalles, si resulta convincente y contagiosa para así dar pauta a la creación de un análisis y criterio propio ante un tema con tantas variantes de estudio y muchas más interpretaciones. A lo largo de la lectura podemos descubrir que el movimiento revolucionario fue principalmente rural, ya que el proletariado industrial no pudo ocupar la importancia que exigía un movimiento revolucionario y de tal magnitud, sino que apenas participó en una mínima parte de esto. Y es aquí donde podemos preguntarnos entonces, ¿cómo debe clasificarse la Revolución, como un movimiento campesino, democrático, popular, antiimperialista o simplemente como un levantamiento de masas afectadas por los acontecimientos? La polémica surge, y es inevitable pensar y reflexionar lo que esta obra literaria propone.

Obregonismo, Villismo y Zapatismo son los principales movimientos tratados en “Interpretaciones de la Revolución Mexicana”, que forman parte fundamental de lo que fue la Revolución Mexicana y, según los autores, lo más importante y notable del movimiento armado fue la rapidez con que la clase media logra asimilar las demandas de los campesinos para lograr sus objetivos en contra del gobierno porfirista, además de la función de la política de masas dentro de tal evento, pues debido a que el pueblo burgués no era capaz de aportar una ideología para beneficio de la sociedad, se generaban el idealismo e ingenio de los sectores medios de la sociedad, produciendo así, el enfrentamiento de masas.

“Interpretaciones de la Revolución Mexicana”, no es más que un reflejo de la lucha pura entre de las clases sociales mexicanas en el periodo de 1910 a 1920, definiendo así a la Revolución como el concepto fundamental de la ideología burguesa. Se dice que la próxima revolución será entre clases sociales “aliadas” por razones de desarrollo de la conciencia obrera para liberarse de la ideología burguesa. Es difícil asimilarlo pero podría ser cierto ya que la población mundial aún no da por hecho que para nuestro beneficio la unificación social es fundamental, siendo personas con criterio defendiendo los ideales y lo que por derecho le corresponde a cada quién sin la necesidad de pasar por movimientos tan violentos e innecesarios por los que tantas veces las naciones de todo el mundo han tenido que pasar.
Por Cindy Vega, estudiante de Comunicación y Periodismo, FES Aragón

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