martes, 8 de abril de 2008

La sombra del Caudillo

La novela, es una fuerte critica el caudillismo que imperó en México después de la revolución y que marcó el inicio del poder dentro de las esferas militares. El autor refleja ironía al criticar las formas que tomaba el movimiento revolucionario y al mismo tiempo, evidenciaba como Álvaro Obregón manejaba el control de disturbios ya fueran sociales políticos o militares. El libro te envuelve y con tanta descripción es como si realmente estuvieras ahí, como si tú fueras un testigo de los hechos.

El país trataba de gozar y fortificar su recién adquirida democracia. La Revolución Mexicana termina con la renuncia de Porfirio Díaz y la toma del poder de Francisco Madero. Aunque él y Pino Suaréz son asesinados en lo que se conoce como la “Decena Trágica”. Luego viene la lucha por el mando del país dirigida por Eulalio Gutiérrez en contra de Venustiano Carranza. Después, Carranza gana las elecciones, y los convencionistas lo desconocen. Se explica el glorioso surgimiento de Emiliano Zapata (Tierra y libertad), y Francisco Villa, quienes luchan por una mejor vida para los campesinos. Álvaro Obregón, tenía la tarea de pacificar y reconciliar al país, él cual estuvo enfrentado durante 10 años. Su gobierno, separa a la Iglesia del Estado y hace una educación laica, gratuita y obligatoria.

Nos muestra que el mundo de la política es pura hipocresía, avaricia, corrupción y traición. Es muy duro ver la realidad de cómo el poder corrompe a una persona y la obliga a hacer todo lo que sea con tal de tenerlo, incluso llegar a traicionar a aquellos que alguna vez llamó amigos. Pero no todo es malo y eso se puede observar en la amistad que existe entre Aguirre y Axkaná, amigos incondicionales que darían la vida por la de su amigo. Nos muestran que a pesar de los problemas y el poder por el que se luchaba en aquél entonces se podían tener valores, ser leales y honestos.

Se incrementó la industria manufacturera. Se da la “Guerra Cristera”. Y se narran los primeros destellos del Partido Nacional que vendría a convertirse en el PRI y gobernaría por aproximadamente siete décadas al país. La época histórica que refleja la novela, se relacionaba con el periodo presidencial de Álvaro Obregón, el cual impuso como sucesor a Plutarco Elías Calles, después de que asesinaran a el General Francisco Serrano junto con sus partidarios. La novela empieza cuando Ignacio Aguirre va platicando con su amigo Axkaná en un cadillac; Aguirre le pide a Axkaná que hable con el Olivier ya que Aguirre no quería aceptar la candidatura para presidente. Ya que el “caudillo” ya había elegido su sucesor, así que no había mucho que hacer.

Hubo una comida con gente muy importante de la política y altos funcionarios. Ahí Encarnación Reyes trató de convencer a Aguirre para que aceptara la candidatura. Todos brindaron por ello ya que estaban emocionados porque decían que el próximo gobierno sería para todos. Se iban a realizar elecciones así que comenzaron a correr las apuestas sobre quien sería el próximo presidente, Aguirre o Hilario. Un día Aguirre fue a buscar al Caudillo para ofrecerle una disculpa y trató de demostrarle que no le importaba la presidencia lo cual el Caudillo no le creyó.

Aguirre le dijo a Hilario que a él no le importaba la presidencia y tampoco le creyó así que le pidió que se lo demostrara por medio de quitar a Reyes del mando de las tropas de Puebla y poner en su lugar a quien Hilario quisiera. Con esto Hilario quería que Reyes supiera que Aguirre estaba de acuerdo y además que el Partido Progresista lo proclamara lo mas pronto posible y si no que lo dejara a Axkaná. Esto a Aguirre no le pareció ya que sería como entregar a sus amigos, le dijo que renunciaría a la Secretaría de Guerra pero sería lo único y Jiménez no aceptó.

Después se realizó un mítin, por Catarino y Olivier, en favor de Hilario, Axkaná se coló a este para oír lo que se decía. Al terminó de este se hizo un “Banquete para celebrar la designación del C. General Hilario Jiménez como candidato del partido Radical Progresista del Edo. de México” lo cual no era cierto ya que aun no se decidía. Axkaná se fue en busca de Correa, sin embargo no estaba pero se topó con seis hombres. Después “la Mora” entró a la oficina y le dijó a Aguierre lo que había escuchado sobre Axkaná y le informaron que éste estaba agonizando.

Aguirre llevó a declarar a “la Mora” pero la policía no quiso tomar en cuenta su testimonio; también llevó a Zaldivar sin embargo este negó todo y la policía dio por hecho que él no había tenido que ver con la muerte de Axkaná en la que lo estaban implicando. Durante un discursó Olivier denuncia que Ricalde es un impostor y este a su vez lo denuncia por enriquecerse con los fondos del estado. Esto provoca un enfrentamiento.

Hubo muchas muertes por la pelea por el poder. Entonces eso quiso decir que el complot en contra de los aguirristas falló; muchos se cambiaron al bando de los hilaristas. Los aguirristas hicieron don estrategias: que no se mandaran tropas y que se utilizarían personas inactivas, y el uso de armas de inmediato.

El Caudillo e hilario ya no sabían como evitar lo inevitable. Comenzaron las elecciones y el edificio se llenó de aguirristas. Cuando terminó el mítin Aguirre regresó a su casa donde se encontró con el Gral. Jáuregui y los previno y les dijo que tenían que movilizarse a Toluca donde los esperaba Elizondo. Se le avisó a López de la Garza y a Reyes.

Se fueron a Toluca según lo planeado con $20,000, Contarían con el apoyo de 4,000 hombres pero en lo que los conseguían ellos serían su protección. El capitán llegó a Toluca y detuvo a todos, los transportaron en camiones al cuartel. Aguirre comenzó a pensar que sí Elizondo los traicionara él iba a salir beneficiado, entonces vio en el periódico publicado su levantamiento en armas. Se los llevaron y en el camino se atravesó un carro y de ahí se bajaron Leyva, Manuel Segura y Arenas.

El coronel dio órdenes de que se les bajara del camión y ya abajo interrogaron a Aguirre y a los demás los amarraron. Olivier trató de irse y Arenas lo golpeó, la labor se suspendió después de que Segura y Arenas se calmaron. Aguirre estaba tranquilo al contrario de Cahuama quien golpeó a Segura y éste le disparó.

Se los llevaron al cerro donde los iban a fusilar. Ahí Aguirre comenzó a insultar a Segura y éste le disparó y todos aprovecharon para escapar menos Axkaná; Segura ordenó atrapar y matar a todos. Segura le disparó a Axkaná y éste cayó a lado de su amigo. En los periódicos salieron los sucesos de ese 5 de diciembre donde el Gral. De División Ignacio Aguirre falleció a causa de la traición de Elizondo, tal y como el sospechó. Tiempo después Segura con el Cadillac de Aguirre fue a una joyería y compró unos aretes de diamantes con valor de $20,000. El encargado notó que estaba llenó de sangre, pero Segura se le quedó viendo de una manera intimidante y el encargado ya no dijo nada; salió de la tienda y se fue en el Cadillac.

En la novela abunda la intriga y la persecución así como el carácter del revolucionario dispuesto a muchas cosas y acostumbrado al dolor tanto física como mentalmente, el presidente quiere poner orden y no le interesa mucho cómo lograrlo y es común la tortura así como los fusilamientos, las prácticas que se llevaban acabo no se apartan mucho de la realidad actual donde parece que en México tiene la misma actitud revolucionaria y de poder… tal vez no tenga fin.
Por Manuel Castañeda, estudiante de Comunicación y Periodismo, FES-Aragón

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