miércoles, 4 de junio de 2008

La historia del tequila, de sus regiones y sus hombres


La historia del tequila, de sus regiones y sus hombres; constituye una obra de tradición dentro de la literatura mexicana, debido a que su narración es un análisis puntual de los procesos económicos y políticos que ha experimentado a lo largo de varios periodos históricos la industria de mayor tradición en México: la del tequila.

Este libro es editado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, tiene una extensión de 300 páginas y es autoría del Maestro en Estudios Rurales Rogelio Luna Zamora. El proyecto de esta obra constituye una investigación llevada a cabo en el estado de Michoacán, y su contenido adquiere valor en cuanto es, según palabras del autor, el análisis historiográfico más acabado y actual que se ha hecho sobre el tema.

El escritor nos invita a conocer a través de la historia del país, y específicamente del estado de Jalisco, los distintos momentos que han caracterizado a la agroindustria del tequila. De inicio nos presenta las regiones de mayor tradición en la producción de la bebida, los municipios de Amatitán, Tequila, Arenal, Atotonilco, Arandas, Jesús María, Tepatitlán, Tototlán y Zapotlanejo, mismos que a lo largo de los años han visto surgir a los pequeños hacendados del tiempo del Porfiriato, hasta los grandes industriales de la actualidad.

La narración nos introduce inicialmente en el uso que hacían las culturas prehispánicas del maguey o agave, como un producto típico de la agricultura y de herencia cotidiana en su consumo; posteriormente, ubica a los primeros rancheros y hacendados surgidos en el siglo XVIII, la importancia que adquirió en los espacios rurales, y como ésos pequeños grupos fueron intensificando sus tierras con la introducción de pequeñas destilerías, hasta convertirse en importantes hombres de la región.

Para el tiempo del Porfiriato en México, con el surgimiento del ferrocarril, nuevos mecanismo de producción y la concentración de riqueza; la pequeña agroindustria abriría paso a la formación de la élite empresarial: familias que han mantenido en sus manos el poder económico surgido alrededor de la industria. Finalmente el autor detalla la nueva etapa experimentada con la introducción del Neoliberalismo: nuevas tecnologías, capitales extranjeros y una importante internacionalización. Actualmente las principales firmas y mercados tequileros a nivel mundial están en manos de industriales mexicanos.

Resulta en tanto interesante y recomendable la lectura de esta obra, no sólo porque se trata de la historia de la bebida más típica en la vida cotidiana de los mexicanos; sino esencialmente porque es un producto que se ha relacionado estrechamente con valores e identidad nacional. La tradición del tequila, nos caracteriza del resto del mundo: es parte de la cultura popular de ser mexicano.

Por Sara Rodríguez Fernández, estudiante de Comunicación y Periodismo, FES-Aragón, UNAM

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