De Elena Poniatowska
Uno de los títulos más conocidos y leídos de Elena Poniatowska que puede acercar a cualquier lector a conocer uno de los eventos más trágicos e injustos de la historia político-social de México del siglo XX. Su primera edición fue en el año de 1971, y se convierte en guía fundamental de información acerca de la masacre de 1968, todo lo que no salió al aire por televisión, por prensa o radio se encuentra plasmado en este libro. Inicialmente Poniatowska fue acusada por plagio al tomar partes del libro Los días y los años de Luis González de Alba, quién fuera líder estudiantil en 1968. Al perder la demanda Elena se ve en la necesidad de reeditar más de 500 líneas del libro. Los testimonios de estudiantes, soldados, profesionistas, maestros, padres y madres de familia, reporteros y vecinos se reúnen y le dan forma a uno de los libros esenciales para comprender el movimiento del 68.
El libro comienza con una muestra de fotos y una breve explicación de cada una de ellas en la que se aprecia de manera gráfica el momento social que a finales de la década de los sesenta enfrentaba una sociedad totalmente distinta a la nuestra, con un interés opuesto, aferrada al cambio.
Conforme uno avanza en el libro se nota la culminación del momento realizado y contado por gente que fue protagonista de la historia y no por ese ser omnisciente que se hace presente en todas las historias y conoce cada uno de sus aspectos, es una historia contada desde diversas perspectivas, pero con un objetivo en común.
El carácter que se rescata del libro es de gran valor en la medida que recopila una gran cantidad de testimonios y vivencias de gente que vivió el momento que va desde los estudiantes de las diversas escuelas, los líderes estudiantiles, pasando por los profesores, profesionistas, reporteros, llegando a los vecinos de Nonoalco-Tlatelolco, que con cada una de las versiones contadas, describiendo los ambientes, el color, el sentimiento, que se vivía día con día en la sociedad, la opresión que envolvía al país, la manipulación que daban los medios, y el salvajismo del ejército sobre la juventud.
Uno de los títulos más conocidos y leídos de Elena Poniatowska que puede acercar a cualquier lector a conocer uno de los eventos más trágicos e injustos de la historia político-social de México del siglo XX. Su primera edición fue en el año de 1971, y se convierte en guía fundamental de información acerca de la masacre de 1968, todo lo que no salió al aire por televisión, por prensa o radio se encuentra plasmado en este libro. Inicialmente Poniatowska fue acusada por plagio al tomar partes del libro Los días y los años de Luis González de Alba, quién fuera líder estudiantil en 1968. Al perder la demanda Elena se ve en la necesidad de reeditar más de 500 líneas del libro. Los testimonios de estudiantes, soldados, profesionistas, maestros, padres y madres de familia, reporteros y vecinos se reúnen y le dan forma a uno de los libros esenciales para comprender el movimiento del 68.
El libro comienza con una muestra de fotos y una breve explicación de cada una de ellas en la que se aprecia de manera gráfica el momento social que a finales de la década de los sesenta enfrentaba una sociedad totalmente distinta a la nuestra, con un interés opuesto, aferrada al cambio.
Conforme uno avanza en el libro se nota la culminación del momento realizado y contado por gente que fue protagonista de la historia y no por ese ser omnisciente que se hace presente en todas las historias y conoce cada uno de sus aspectos, es una historia contada desde diversas perspectivas, pero con un objetivo en común.
El carácter que se rescata del libro es de gran valor en la medida que recopila una gran cantidad de testimonios y vivencias de gente que vivió el momento que va desde los estudiantes de las diversas escuelas, los líderes estudiantiles, pasando por los profesores, profesionistas, reporteros, llegando a los vecinos de Nonoalco-Tlatelolco, que con cada una de las versiones contadas, describiendo los ambientes, el color, el sentimiento, que se vivía día con día en la sociedad, la opresión que envolvía al país, la manipulación que daban los medios, y el salvajismo del ejército sobre la juventud.
Entre algunos premios con los que cuenta están Premio Mazatlán, 1970, por Hasta no verte Jesús mío. Premio Xavier Villaurrutia, 1970 (rechazado), por La noche de Tlatelolco. Premio Nacional de Periodismo (fue la primer mujer que recibió esta distinción) por sus entrevistas, 1978Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, 2007 por El tren pasa primero
Por Julio Guzmán, FES-Aragón-UNAM
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