México Profundo: Una civilización Negada, es una obra que representa sin duda alguna un clásico en el marco de las investigaciones de Historia y Antropología Social en México. Este trabajo de investigación social escrito por Guillermo Bonfil Batalla, es publicado por editorial Debolsillo, en México, Distrito Federal y tienen una extensión de 250 páginas.
Un compendio de ensayos y repasos de carácter social que hacen un recorrido a través de la historia del México mesoamericano del siglo XVI; hasta el contexto social, económico y político de un México occidentalizado de los años 80. Durante ese traslado de pasajes históricos, el autor nos invita a pensar y reflexionar de manera “profunda” en el origen de nuestra civilización, en las raíces de nuestra cultura; en nuestra historia.
El libro inicia en una primera parte dándonos un panorama general de las culturas que se establecieron en Mesoamérica, repasando los rasgos y tradiciones propias de los pueblos autóctonos de nuestro país. Una civilización que según palabras del autor permanece viva y representada por los pueblos indígenas a pesar del paso de los años.
Como una cultura que ha sido condenada al atraso, olvido, discriminación, marginación y negación por parte de un México “moderno”; educado bajo una ideología occidental caracterizada por la segregación social de los grupos más vulnerables, las desigualdades económicas y la lucha constante de clases: por un lado un México occidental imaginario de clases dominantes; y por otro lado un México profundo real de pueblos y cultura indígena.
El autor mediante el análisis de ese contexto histórico nos invita a pensar en nuestro presente, a entender gran parte de nuestra existencia en base a esas raíces y orígenes que nos caracterizan como nación del resto del mundo. Esencialmente incita a repasar la crisis y conflictiva política, económica y social que vivimos actualmente como consecuencia de esa constante negación de la real cultura mexicana; y sobretodo cómo podemos encontrar en ese México profundo, en esa cultura y tradición indígena, el futuro potencial de México.
Por Sara Rodríguez, estudiante de Comunicación y Periodismo, FES-Aragón-UNAM
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